Hay momentos en la vida en que el equilibrio que habíamos alcanzado se desvanece, otros en que sentimos nunca haberlo encontrado.
A veces, tratamos de no mirar las dificultades o las minimizamos, otras veces no valoramos nuestros recursos o posibilidades de cambio… Son muchos aspectos los que pueden interferir en nuestro desarrollo y crecimiento personal.
Y en estas situaciones no es infrecuente que nos encontremos con cambios en el estado de ánimo –por ejemplo depresión-, aumento de ansiedad, problemas psicosomáticos, nos notemos más irritables, inseguros y un largo etcétera.
Trabajar sobre ello a través de un proceso de psicoterapia puede ser muy beneficioso.
Un viaje de mil millas empieza con un paso.
(Lao Tse)